Entre historia, arte y sabores únicos, esta guía reúne lo mejor de Zapopan y Guadalajara para que disfrutes cada momento. Perfecta para una escapada de fin de semana o para descubrir nuevos rincones durante tu viaje.

1. Vive la magia del Centro de Zapopan

   El Centro de Zapopan combina lo mejor de ambos mundos: la historia y la modernidad. Puedes visitar la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan, conocer el MAZ (Museo de Arte de Zapopan), o simplemente sentarte a disfrutar de un café en sus calles llenas de vida. De noche, el ambiente se pone muy bonito, con luces, música y restaurantes para todos los gustos.

   

2. Descubre el arte y la historia del centro

   El corazón de la ciudad está lleno de joyas que cuentan la historia de Guadalajara. Empieza tu recorrido en el Museo Cabañas, donde podrás admirar los impresionantes murales de José Clemente Orozco, considerados patrimonio cultural. Después, camina hacia la Catedral de Guadalajara y disfruta la vista de la Plaza de Armas, la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres y la Plaza de la Liberación. Es un paseo lleno de historia, arte y ese ambiente tapatío que te hace sentir como en casa.

   

3. Vive la emoción con los Charros de Jalisco

   Si te gustan los deportes, no te pierdas un partido de los Charros de Jalisco. Hay ambiente familiar, música, comida rica y mucha energía. Verlos jugar es una experiencia divertida, ¡y si tienes suerte, puedes atrapar una pelota de recuerdo!

   

4. Un respiro en el Parque metropolitano

   Si buscas un lugar para relajarte o hacer ejercicio, el Parque Metropolitano es perfecto. Es uno de los pulmones más grandes de la ciudad, ideal para caminar, andar en bici, trotar o simplemente echarte en el pasto a disfrutar del día. Tiene áreas de juegos para niños, zonas para hacer picnic y hasta espacios donde puedes llevar a tu mascota. Es un lugar para todos, lleno de vida y naturaleza en medio de Zapopan.

   

5. Las tortas ahogadas: sabor tapatío que no se olvida

   No hay visita completa a Guadalajara sin probar una torta ahogada. Este clásico se prepara con birote salado, carnitas y una buena salsa de jitomate o chile. Ojo: no hay manera de comerla sin enchilarte un poco o ensuciarte las manos, ¡pero vale totalmente la pena! Las encuentras en casi todos los rincones de la ciudad, y cada puesto tiene su toque especial.

   

6. Templo Expiatorio: belleza en cada piedra

   Si te gusta la arquitectura o simplemente disfrutar lugares tranquilos, el Templo Expiatorio te va a encantar. Su estilo neogótico y los vitrales franceses lo hacen uno de los templos más bonitos del país. Por las tardes hay puestos de elotes, esquites y postres típicos, así que es el plan perfecto para pasear sin prisa, tomarte un café y disfrutar el ambiente.

   

7. Una noche mágica en el Teatro Degollado

   El Teatro Degollado es uno de los lugares más emblemáticos de Guadalajara. Ahí se presentan la Filarmónica de Jalisco y el Ballet de Jalisco, con espectáculos que valen cada minuto. Incluso si no vas a una función, el edificio por fuera ya es una joya para admirar y tomar fotos.

   

8. Pasear en la Colonia Americana

   Nombrada una de las colonias más bonitas del mundo, la Colonia Americana tiene un ambiente único. Hay cafés modernos, bares con música en vivo y casonas antiguas que parecen sacadas de una película. Aquí puedes desayunar, comer o simplemente caminar y descubrir un rincón nuevo en cada cuadra. Ideal para quienes disfrutan la buena comida y el ambiente relajado.

   

9. Comer carne en su jugo

   Otro clásico tapatío es la carne en su jugo. Es un platillo con carne de res, tocino, cebolla, cilantro y un caldo lleno de sabor. Lo sirven con frijoles y tortillas recién hechas. Karnes Garibaldi tiene el record de servirte tu platillo en 13 segundos…

   

10. Un tejuino bien frío

    No puedes irte sin probar un tejuino, bebida típica hecha con maíz fermentado, limón, sal y una bolita de nieve de limón encima. Es refrescante, diferente y perfecta para el calor. Los venden en carritos por toda la ciudad.